A pesar dos titulares sensacionalistas, o psiquiatra Luis Ferrer i Balsebre sae airoso desta entrevista, e contesta acertadamente varias cuestións sobre o trastorno bipolar. Brillante, especialmente cando responde á pregunta sobre o litio…
Luis Ferrer i Balsebre: «La historia está cuajada de grandes nombres bipolares» (La Voz de Galicia, 5 – V – 2013)
Van Gogh, Edgar Allan Poe, Elizabeth Taylor, Chaikovski, Mozart o Kurt Cobain eran bipolares, tal y como recuerda este psiquiatra, que resalta que «aunque con sufrimiento», aportaron muchísimo a la humanidad.
Bea Abelairas
Luis Ferrer i Balsebre (Madrid, 1957), psiquiatra y titular del sillón de Psiquiatría de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia, acaba de terminar una etapa de cinco años como jefe de servicio y director del área de salud mental del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago para regresar al centro homólogo de A Coruña. Recuerda que la «Historia está cuajada de grandes nombres bipolares y todos, aunque con sufrimiento, han dejado mucho a la humanidad». Y cita a personajes como Van Gogh, Allan Poe, Chaikovski, Mozart, Elizabeth Taylor, Kurt Cobain, Fernando VI, Mel Gibson, Hemingway o Abraham Lincoln.
-Todos nos sentimos a veces muy eufóricos: ¿quién debe preocuparse por ello?
-Las oscilaciones del estado de ánimo son intrínsecas al ser humano. Somos seres emocionales y reverberamos ante todo aquello que nos provoca una emoción, sea un insulto o una caricia, un éxito o un fracaso. La frontera entre una afectividad denominada como normal y otra patológica es borrosa. En general, consideramos patológico aquello que nos hace sufrir o hace sufrir a los demás. Cuando un afecto nos lleva a tener problemas laborales, familiares, económicos o relacionales, algo puede ir mal. Hay que tener en cuenta que los seres humanos estamos conectados, y por tanto influidos por todos los ritmos biológicos, como las estaciones, las mareas, las lunas (de ahí los lunáticos, que seguimos existiendo aunque no se nos diagnostique), los ciclos menstruales, el sueño o la vigilia, el hambre y la saciedad… No es extraño que suframos patologías influidas o desencadenadas por todos estos ritmos, más en una sociedad en la que algunos se han alterado de forma significativa.
-¿Lunáticos? No es un mito, entonces, que las noches de luna llena se llenan las urgencias…
-Cuando hablo de ellos, y me incluyo, me refiero a que hay ciertas personas a las que afecta el astro. No llega a ser una patología, pero la gente está más ansiosa, como sucede también con algunas premenstruaciones.
-¿Cuál es la diferencia entre ciclotimia y bipolaridad?
-Tanto la ciclotimia como el bipolar son trastornos cíclicos de la afectividad que alternan fases de euforia con otras de depresión. En el caso del trastorno bipolar, los síntomas son mucho más graves e intensos, y hasta pueden aparecer síntomas psicóticos añadidos.
-¿Se pueden tratar sin litio, que no tiene buena fama?
-La psiquiatría dispone de una amplia batería de herramientas, tanto farmacológicas como psicoterapéuticas, eficaces en el tratamiento de estas patologías. La sal de litio sigue siendo una de las más eficaces. Es un tratamiento excelente, que solo requiere un buen control periódico e individualizado. En esas condiciones, es uno de los más inocuos y eficaces que tenemos. Quizás esa mala fama se deriva de que es un fármaco tan barato que a algunos no les resulta tan rentable como otros más nuevos, mucho más caros, pero no más eficaces.
-¿El origen de este problema es mayoritariamente genético o puede sobrevenir por una vida mal llevada?
-Hay un componente hereditario importante que hace que haya un veinticinco por ciento más de probabilidades de padecerlo en familiares de primer grado. También una mayor vulnerabilidad a las situaciones de estrés en determinados tipos de personalidad puede ser el desencadenante del cuadro. Otras veces es el consumo de tóxicos u otro tipo de patologías psíquicas lo que provoca un cuadro clínico de este tipo. En psiquiatría los diagnósticos suelen requerir mucho tiempo de evolución para poderse confirmar con certeza. En patologías como el trastorno bipolar o las psicosis esquizofrénicas hablamos de años…
-¿Qué aconseja a las familias de estos enfermos, que no suelen curarse?
-Disponemos de toda una serie de intervenciones, fundamentalmente psicoeducativas, protocolos de detección precoz de inicio de fases agudas y manejo de las mismas que enseñan a la familia y al paciente a gestionar bien su dolencia. El trastorno bipolar es una enfermedad crónica, pero a lo largo de los años varía en cuanto al número e intensidad de los episodios. Bien tratada y controlada, no tiene por qué interferir de forma dramática en la vida del enfermo y su familia salvo en casos muy graves o resistentes al tratamiento.
-Algunos de los enfermos bipolares famosos terminaron suicidándose: ¿es este el principal peligro de esta enfermedad?
-Es una de las complicaciones que pueden tener estos enfermos en las fases depresivas que lleguen a ser muy profundas, pero su incidencia no es mayor que la de otras enfermedades mentales.
-Aunque es lo que más temen los allegados…
-A las familias también les preocupan mucho las fases eufóricas, que es otra de las complicaciones que pueden surgir, porque es en estas etapas cuando el enfermo puede meterse en más problemas.